sábado, 15 de mayo de 2010

Paises

Siempre he oido que no existen paises mejores o peores sino distintos. En realidad me gusta mucho esta idea.

Hace algunos años cuando aùn me sentaba en los pupitres de la Ucab, recuerdo haber percibido en una de las clases de sociologia de Francisco Coelho basadas fundamentalmente en las teorias de Webber, Engel, Marx, etc, etc y, teniendo como acompañante de primera fila a Fernando Sabater a travès de sus escritos, algo asi como que “los paises son el reflejo de sus sociedades”.

Debatir sobre eso o el contrario, es decir, “las sociedades son el reflejo de los paises” seria como tratar de entender què fuè primero, el huevo o la gallina. En fin.

Si tratara de fantasear un poco y juntara en una ensaladera algunas informaciones de cultura general, experiencias de vida, anècdotas y una que otra caracteristica de personas conocidas, seguramente podria definir la personalidad de algunos paises.

Casi todos los países de Amèrica Latina tienen la misma edad, son adolescentes y, como pasa siempre en esos casos, forman pandillas.

Està la pandilla del Mercosur, cuatro adolescentes que tienen un grupo de rock al estilo de “Los Prisioneros”. Ensayan en un sòtano, fuman mucha marihuana, hacen mucho ruido y nunca han sacado un disco. Al mismo tiempo, los cuatro hacen parte de otra pandilla mucho màs grande, Unasur que màs que una padilla seria como una gran “patota” sin lider. Todos se mandan a callar mutuamente y nunca saben lo que quieren hacer. Se dice que cuando van de fiesta, pierden toda la noche dando vueltas por la indesiciòn que los caracteriza.

Venezuela, que es una morena que està bien buena quiere unirse a la banda Mercosur para hacer los coros. Le gusta mucho coquetear y exponer sus atributos, como a la mayoria de las adolescentes le gusta tambièn ser cortejeada. Cuando camina por las aceras contornea su figura y voltea a todos los piropos. Es rica de nacimiento, bueno, en realidad vive de lo que obtuvo de su madre al irse de casa a corta edad y aùn no ha pensado en otras alternativas de subsistencia. Vive de fiesta en fiesta y despilfarra el dinero regalando de todo a sus amigos. Con su madre, España, mantiene una relaciòn de amor y odio como casi toda las chicas de su edad. Aunque casi nunca lo acepta tiene los mismos gustos que su mamà. Quiere tener sexo con uno de los chicos del grupo, Brasil, que es un poco mayor que ella y tiene el miembro grande, aunque de ella se rumorea que por un largo periodo mantuvo una relaciòn sadomasoquista con Estados Unidos, un retrasado mental de casi 20 años, que se dedica a atacar a los niños pobres de 6 añitos en otros continentes y le gusta sentirse el lider de todos, aunque a sus espaldas todos le “pinten una paloma”

A Venezuela, Brasil seguramente se la tiraria pero mantiene sus dudas. A pesar de su apariencia descuidada, le gustan las cosas bien hechas por lo que le preocupa que frequentemente Venezuela se deje agarrar el culo por Cuba.

Argentina es una de la mejores amigas de Venezuela. Es tan puta como ella pero un poco màs elegante y refinada. Camina al ritmo del tango, es pasional, le gustan las poesias por lo que tambièn es muy romàntica, entiende de arte, es rebelde y bohemia. Cuando se reùne con sus amigos opta por degustar un buen vino pero en la cotidianidad prefiere el mate. Durante su pubertà mantuvo un defecto de comportamiento, se sentaba con las piernas abiertas. Muchos la vieron y se maravillaron con su belleza, por lo que intentaron seducirla, se le acercaron y dejaron su semilla pensando en el futuro. Quizàs por eso la llaman “el granero del mundo”.

Mèxico tambièn es adolescente, pero con ascendente indigena. Por eso se rie poco y no fuma ni un inofensivo porro, como el resto de sus amiguitos, sino que mastica peyote, y se junta con Estados Unidos.

Mèxico tiene tres primos lejanos tambièn de ascendente indigena: Ecuador, Perù y Bolivia. Son muy similares a èl, solo que el papà de estos era màs pobre y en vez del peyote prefieren masticar la coca. Bolivia es una jovencita un poco tonta, siempre se ha dejado controlar y chulear por los demàs. Ecuador es hermanastro de Colombia, una loca que no supo apreciar la educaciòn que España, su madre, le diò. Con Ecuador, masticò coca por primera vez, ahora la produce, la descompone y ademàs la vende a sus amigos. De vez en cuando tambièn se prostituye. Colombia y Venezuela son hermanas y tan solo se diferencian por un año de edad. No se soportan.

Están los niños ricos que salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y Canadà, típicos países que crecieron bajo el brazo de papà Inglaterra y mamà Francia, con una educaciòn estricta y precisa, y que ahora se hacen los locos. Australia es una rubia gafa de poco màs de 18 años, que va en topless y tiene sexo con Sudàfrica; mientras que Canadà es un gay emancipado, que en cualquier momento adopta al bebè Groenlandia para formar una de esas familias alternativas que estàn de moda.

Francia es una separada de 40 años, puta como una loba, pero muy respetada en el àmbito profesional. Se lava poco y usa mucho perfume. Es elegante. Tiene un hijo de casi 10 años: Mònaco, que està a punto de ser marico o bailarin... o las dos cosas. De vez en cuando se echa un polvo con Alemania, un camionero rico que està casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le importa.

Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos catòlicos idènticos a los gemelos Flanders de Los Simpsons. Estuvo casada con Alemania, pero duraron muy poco y tuvieron a Suiza a quien le fascina el queso y se dedica a lavar el dinero de vagos y maleantes para producir los intereses.

Italia, ahora no quiere saber nada de los hombres, se la pasa sola y amargada. Se lamenta y queja de todo y vive atada al recuerdo. Dificilmente sale de fiesta y cuando lo hace no logra pasar de la tres. Le gusta mucho aparentar. Juega a ser liberal, aunque en realidad es solo un juego puès detràs al discurso hay siempre un prejuicio. Los domingos, generalmente està en la misa.

A Italia le gustaria ser una mujer como Bèlgica: abogada, independiente, que usa pantalòn y habla de politica de tù a tù con los hombres. Lo que a ella, los hombres, nunca le han permitido hacer. Bèlgica tambièn fantasea a veces que su marido la obliga a quedarse en casa y que sabe cocinar spaghettis.

De España, la madre de Venezuela y Colombia, se dice que es la mujer màs linda de Europa y si por lo bellas que son las españolas es que lo debemos calcular, entonces seguramente es asi. Siempre ha sido fiestera y le gusta emborracharse. Su vida està llena de capitulos como en un libro.

De joven cometiò errores, como los cometemos todos. Fue muy promiscua y dejò hijos regados por todas partes, que viven lejos y a veces son muy malcriados con ella. Los quiere muchisimo y nunca les ha negado nada, pero le molesta que, cuando estàn en dificultad, vuelvan sin avisar, pasen una temporada en su casa y le saqueen la nevera. En realidad, todos los miembros de la patota Unasur son hijos suyos, pero con padres distintos. Ademàs de ellos, estàn los màs pequeñitos, a los que ella con mucho cariño llama “los caribeños”. Se llaman Puerto Rico, Repùblica Dominicana y Cuba, son trillizos. Ella no recuerda muy bien como los concibiò y no sabe ni siquiera quien pudiera ser el padre.

Al parecer, una noche se pasò de ron y porros, perdiò los tiempos y acabò en la cama con Iglaterra y algunos de sus hijos. Tres, cuatro, cinco, seis… la pobre España nunca ha podido recordar cuantos fueron. Quizàs ninguno. Total, los chicos crecieron sin padre y hoy son vulgares, rancios, altaneros y malcriados. No saben tratar a las mujeres, las usan como objetos y quizàs por eso Cuba cada vez que quiere, le agarra el culo a Venezuela.

Durante una etapa de su vida, España quiso rectificar sus errores volviendose rigurosa y religiosa. Hoy, probablemente, la menopausia la ha llevado de vuelta a su auntenticidad, lee pendejadas “new age”, sale a bailar con sus amigas maduras y defiende los derechos de los gays.

Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Sale en barco por la noche, se tira a las pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de ella. En general las islas viven con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan la vida borrachos y ni siquiera saben jugar al fùtbol. Son la vergüenza de la familia.

Suecia y Noruega son dos lesbianas que estàn buenisimas, no le paran bolas a nadie. Tiran y trabajan, pues son licenciadas en algo. A veces forma un trío con Holanda (cuando necesitan marihuana); otras, le histeriquean a Finlandia, que es un tipo medio andrògino de 30 años, que vive solo en un àtico sin amueblar y se la pasa hablando con Corea por el celular.

Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son gemelas, pero la del norte bebiò líquido amniòtico cuando saliò del ùtero y quedò estùpida. Se pasò la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa.

Estados Unidos, el retrasadito de 20, la vigila mucho, no por miedo, sino porque le quiere quitar sus pistolas.

Israel es un viejo intelectual que tuvo una vida de mierda. Hace unos años, Alemania, el camionero, no lo viò y se lo llevò por delante. Desde ese día Israel se quedò como loco.

Ahora, en vez de leer libros, se la pasa en la terraza tiràndole piedras a Palestina, que es una chica que està lavando la ropa en la casa de al lado.

Iràn e Irak son dos primos que robaban motos y vendian los repuestos, hasta que un dia le robaron un repuesto a la moto de Estados Unidos y se les jodiò la vida. Ahora se estàn comiendo los mocos.

Y estàn los paises màs jòvenes. Un día Rusia se juntò (sin casarse) con la Perestroika, que nunca he entendido bien que es lo que era. Tuvieron como docena y media de hijos. Todos raros, algunos mongòlicos y otros hasta esquizofrènicos que como en todas las familias numerosas viven pelendose entre ellos.

El mundo estaba bien asi y aùn siguen apareciendo personas que quieren paises nuevos. Yo a veces me pregunto por què todo este afan por crear sociedades nuevas si las que existen hasta ahora no las entendemos.

Fin.

(me excuso por los acentos, es culpa del teclado)
Adaptaciòn de la "Edad de Los Paises" de Hernàn Casciari
Gabriel

Tu ausencia

Rugen las olas
susurra el viento en mis oídos
se acerca la lluvia
advirtiendo tu presencia
susurra tu nombre
percibo tu aroma
oigo tus pasos,
no te veo,
te sueño.

Escucho tu voz
a travès de las aguas
veo sonrisas
llenar las laderas
sueño con tus ojos,
mirando los míos
Sueño con tu cabello oscuro
cubierto de roció
sueño contigo,
te veo danzar en silencio.

Sueño la lluvia
mojando dos cuerpos,
el tuyo y el mío.

Sueño y sigo soñando
advirtiendo tu ausencia.


Gabriel

jueves, 13 de mayo de 2010

El mismo desagrado y la misma rabia

En estos dias en los que tanto se ha hablado de clandestinidad e inmigraciòn tuve la oportunidad de captar una frase pronunciada por uno de los miles de politicos de “sinistra”, “destra, “comunisti”, “facisti”, “ leghisti” que “honran” a Italia desde hace décadas. “¡Mi tío también fue emigrante! ¡Recuerdo a mi tío marchar con la maleta de tela a América!” O algo similar. Pues no, amigo mio. No. No es la misma vaina. Y no lo es, por dos motivos bien sencillos.

El primero es que, en la segunda mitad del XIX, y la primera del siglo XX la oleada migratoria hacia América toda no se realizó de una forma clandestina ni por prepotencia de quien la efectuaba. Fueron los amèricanos los que la querian y la solicitaron. Y por disposiciónes bien concretas de los gobiernos “yankee”, venezolanos, brasileros, argentinos, uruguayos que gritaban a toda voz : “Vengan, vengan, que los necesitamos. Vengan y les daremos un buen trozo de tierra. Vengan y les daremos un sueño”. La Argentina se convirtiò en el gran granero de Italia hasta finales del fascismo, el segundo estadio de fùtbol màs importante de Brasil y entre los màs importantes del mundo responde al nombre de “ Grande Palestra d’Italia” y con sede en Sao Paulo, centro industrial del coloso amazònico recibe semanalmente sobre su ceped al Sao Paolo que no es màs que uno de los muchisimos equipos profesionales de fùtbol y con gran historia fundados por italianos en toda sudamèrica. En Venezuela sus bolsillos se llenaron con la construcciòn, la carpinteria, la albañileria y la zapateria. En el desierto de Nevada construyeron Las Vegas, en la “gran manzana” mantienen aùn hoy un pedacito cultural de su querida Italia. Y no solo eso, actualmente se calculan cerca de unos 35 millones de italianos entre emigrantes y descendientes a todo lo largo y ancho del continente de las grandes luchas de independencia e igualdad, en las tierras de los grandes sueños y los experimentos fallidos. Los estadounidenses han hecho incluso entre otras tantas,una pelicula sobre el tema, protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, cuyo final de gran contenido semiòtico me llamò muchisimo la atenciòn. Se trata de la escena en la que los desgraciados corren para plantar su bandera blanca en el terreno que les fuè ofrecido y que serà de ellos. Pero cierto, nada es fàcil en la vida y sòlo los màs jóvenes y los màs fuertes lo consiguen. Los demàs se quedan con un palmo de narices o “ponchaos” como se dice por mis lados y algunos hasta mueren en la carrera.

Que yo sepa, en Italia nunca hubo una decisiòn del Parlamento invitando o solicitando a sus huèspedes a abandonar sus paises. “Vengan, vengan, que los necesitamos. Si vienen les regalamos una finca en Chianti o en Rieti”. Han llegado aqui por propia iniciativa, con sus malditas “chalanas” y ante las caras de los carabineros que intentan hacerlos regresar. Màs que una emigraciòn es, una invasiòn efectuada bajo la consigna de la clandestinidad. Una clandestinidad que preocupa porque en muchos casos no es una clandestinidad bondadosa y dolorosa y en otros casos es impuesta de manera arrogante y protegida por el cinismo y la falsedad de los politicos que cierran un ojo y, a veces, los dos ante ella. O fometada por los diplomàticos que venden por unos cuantos miles de euros “permessi di soggiorno” (visados) falsos en las embajadas y consulados de Dakar o Adis Abeba o ciudadanias falsas en los degradados territorios somalos, eritreos, etiopes y libios a quienes de manera absurda y vergonzosa se les conquistò bajo la forma de colonizaciòn imperial en pleno siglo XX por antojos y caprichos del fascismo tal y como un recordado conocido somalo me comentase en el autobùs de la ruta Mestre-Tessera en la provincia de Venezia hace casi un año y medio mientras recorriamos el trayecto en una noche cualquiera y por casualidad ante la mirada de desagrado y rabia de una de mis compañeras de trabajo que no lograba entender ni aceptar que yo hablase con el negro. O como me lo confirmasen en otro momento conocidos senegaleses y etiopes, gente de esa que se encuentra por la vida, por la ruta, por la carretera, haces dos conversaciones y te los llevas en el recuerdo.

Pero una cosa si es cierta: la razòn por la que esas personas, a quienes nosotros decidimos llamar clandestinos, deciden viajar por dos años a travès del desierto y luego embarcarse sobre un bote tantas veces improvosado es la misma por la cual a lo largo de 109 años contados a partir de 1861 y hasta 1970, 18 de esos 35 millones de italianos segùn estadisticas oficiales, decidieron aventurarse hacia la otra orilla del charco generando de este modo lo que se conoce como la mayor emigraciòn de masas en la historia de los pueblos. Un èxodo de magnitudes biblicas.

“Italia se ha enriquecido tirando a sus pobres al mar...” “La Amèrica llama e Italia los manda...” “Cree en tus sueños, trabaja en Amèrica” “Mamma dammi 500 lire che vado in Venezuela” son solo algunas de las consignas publicadas en la propaganda a favor y en contra de la emigraciòn durante los años 50 y 60 que vi hace poco en un documental sobre el tema.

El segundo motivo, amigo mio, sobrino del tío de la maleta de tela, lo entendería incluso un carajito de primaria. Para exponerlo, bastan un par de elementos. Uno: América es un continente. Y hasta la primera mitad del siglo XX, dicho continente estaba casi despoblado. La mayoría de la población se condensaba en las capitales y centros industriales mientras inmesos territorios llenos de riquezas quedaban a la buena de Dios o en manos de los odiados latinfundistas. Pues bien, Italia no es un continente. Es un país muy pequeño y muy poblado, demasiado poblado y con una escaza juventud que muchas veces se encuentra poco preparada.

Dos: Amèrica el continente, es bastante joven. Piensa, amigo mio, que las Guerras de la Independencia tuvieron lugar a finales del 1700 e inicios del 1800, se deduce, pues, que apenas tiene 200 años y se entiende por què su identidad cultural no està todavía bien definida, lo que significa que no es propiamente porque seamos imbeciles. Italia, por el contrario, es un pais muy viejo. Su historia tiene al menos 3.000 años. Su identidad cultural es, muy precisa y, dejèmonos de tonterías, no està dispuesta a prescindir de una religiòn que se llama la religiòn catòlica y de una iglesia que se llama la Iglesia Catòlica, Apòstolica y Romana. La gente suele decir: “No quiero tener tratos con la Iglesia catòlica”. Pero de bolas que los tienen. Y muchos. Me guste o no. Hoy vivo en un paisaje de iglesias, conventos, cristos, vírgenes y santos que me agobia en una monotonia casi profunda como el fondo del mar. El primer sonido que oigo todas las mañanas es el sonido de las campanas. Las campanas de Via Cintia, cuyos tañidos sofocan con su chàchara la tranquilidad de los muros de mi casa y el placer de mis sueños. Y con ese sonido y en medio de ese paisaje vivo. Pero dentro de ese sonido y de ese paisaje algo bueno hay, aprendo què es la arquitectura, què es la escultura, què es la pintura y què es el arte con tan solo ver y respirar. Y a travès de esa iglesia (despuès rechazada) comencè a preguntarme hace mucho tiempo què es el Bien, què es el Mal...

Y aunque la historia y el valor cultural de Italia es incalculable, debemos admitir ciertas cosas: no es dejar morir en las aguas del maravilloso Mediterraneo a una madre con su cria lo que Italia necesita. No es explotar a los africanos, exclavizados en los cultivos de tomates lo que Italia necesita, africanos EXCLAVIZADOS una vez màs. No es hacer campañas mediàticas que cargan contra rumenos, albaneces, musulmanes o hispanoamèricanos lo que Italia necesita. No es limpiar ètnicamente pueblos y ciudades lo que Italia necesita. No es dejar tàcitamente e indiferentemente en manos de Cosa Nostra, Camorra, ‘Ndranghetta o Sacra Corona Unita el control de los inmigrantes en el sur de Italia lo que Italia necesita. No es cargar con la violencia propia de quien no conoce razòn y disparar a sangre fria contra los inmigrantes como en los recientes hechos de Rosanno o Castel Volturno lo que Italia necesita. No es gritar “Italia cristiana jamàs musulmana” lo que Italia necesita, ni decir “nunca aceptaremos tener un presidente negro y nunca lo tendremos”. Como tampoco es dejar entrar libremente a todos los que vengan, lo que Italia necesita. No es nada de esto lo que Italia necesita para proteger su cultura, para proteger sus raices, para proteger su identidad.

Con la humildad digna de quièn proviene del tercer mundo, considero que lo que Italia necesita no es màs que un Estado serio y coherente gestionado por personas serias, coherentes y responsables sin vinculaciones con la mafia y que con sinceridad combatan realmente a la mafia sin demagogia ni permisibilidad y que piensen en progreso, que piensen en el siglo XXI, en caminar de la mano con los cambios globales y no en mantener la riqueza antes lograda, màs continuar a desarrollarla o en mantener con viejos sistemas las cansadas industrias creadas con los màs de 60 millardos de dòlares aportados en la dècada del 50 por los Estados Unidos, la neonata ONU y el resto de los paises amèricanos en lo que se llamò “Plan Marshal”. Fondos ademàs que Italia nunca debiò pagar.

Lo que Italia necesita es una apertura hacia la modernidad, una revoluciòn de la conciencia. No son modernidad solamente “las pasarelas de Milano” o las obras de arte en forma de autos firmados por el legado del ingenio creador de Enzo Ferrari o Tonino Lamborghini. Y no se acerca siquiera a la modernidad pensar que el trabajo ennoblece al hombre, no. No es asi, con esa consigna sies millones, leelo bien querido amigo, sobrino del tio de la maleta de tela, seis millones de judios de toda Europa incluida Italia, marcharon en fila india hacia el genocidio y la muerte en los campos de concentraciòn.

Lo que Italia necesita es un politica migratoria planificada y contralada, en donde se acepte a aquellos que realmente puedan entrar. Màs esto no significa que el resto deba ser botado al mar y convertidos en sombras que viven en los puertos marinos, territorios internacionales saltando hoy hacia Italia, volviendo maña a Grecia y luego saltando de nuevo hacia Italia si no es que antes mueren ahogados, deshidratados o de hambre. No.

En primer lugar, amigo mio, deberias pensar en educar bien a tu sociedad. En sacarla de ese letargo mental y anacronismo de las ideas que los hace vivir en gran medida aùn en los años 40-50 con convecionalismos y prejuicios que màs que obsoletos son aberrantes y llevarlos hacia el siglo XXI.

Debes ademàs entender que si los romanos mezclaban politica y espectàculo para darles al pueblo “pan y circo” porque solo asi, manteniendo al pueblo distraido en un confusa mezcla entre politica y esptàculo los aristocratas lograrian gobernar siempre, està muy bien. Si. Pero los romanos vivieron hace 2.625 años y hoy politica y espactàculo no pueden ir de la mano, tu, ustedes, no pueden controlar la mente de las personas con el control remoto de un televisor.

Decir: “Nosotros no queremos una Italia multiètnica” es sumamente contradictorio con la frase que hace poco te captè. Y demuestra ademàs, que no conoces ni a tu pueblo ni a tu pais con sus casi 3.000 años de historia. Italia es multiètica desde que el grandioso Alejandro Magno conquistò todo el mundo para aquel entonces conocido, trazò nuevas vias y uniò a Europa e India en lo que se llamò la “ruta de la seda” mucho antes de que Ròmulo y Remo pensaràn en ser amamantados por una loba. Son casi incontables las formas dialectales que se hablan en tu bota y eso demuestra que naciste en una sociedad multiètnica.

Mi querido amigo, espero que algun dia tu tio, el de la maleta de tela aventurado hacia Amèrica te haya contado a travès de algùn “telegraamma” o “cartolina” que dijera “I love NY”, “I like the Little Italy”, “I’m an autentical italianamerican”o “The Italian stallion” (con el rostro de Silvester Stallone) còmo ellos despuès de dos, tres o cinco años de arduo trabajo recibian la ciudadania estudiando la historia y tradiciones amèricanas. Historia y tradiciones muy jovènes y no muy precisas pero que le aportaban a esa gente la posibilidad de una nueva identidad y de una veloz inserciòn social, sin pedir siquiera, sin atreverse a exigerles que abandonaran o olvidaran sus raices. Asi chinos, africanos, hispanos, polacos, rusos, judios, musulmanes y hasta italianos, cantan hoy un solo himno bajo una unica bandera a barras y estrellas pero sin olvidar nunca de donde provienen. Asi, en otros paises, quizàs sin esa organizaciòn pero con la autèntica simpatia de niños virgenes e inocentes, los italianos se unieron a otros pueblos, construyeron riqueza y mucho màs... Construyeron naciones enteras de la mano con otros. Aprendieron a ser venezolanos, argentinos, uruguayos, brasileros. Aprendieron a ser sudacas. Pero como los africanos, españoles, portugueses, judios, protestantes, musulmanes, polacos, ingleses, alemanes y hasta indios, nunca han olvidado de donde provienen.

Solo asi, mi querido amigo, Italia podrà proteger su milenaria cultura e identidad y convivir con quien la viene a visitar. Enseñando a ser italiano a quien no lo es pero que desearia serlo, mas sin exigirles que cancelen sus raices, ni lanzarlos al mar o dejarlos a la sombra de la sociedad en la forma de CLANDESTINOS.
Solo asi. Sin pensar que Francia, Inglaterra, Canadà, Australia o Estados Unidos, son sociedades màs avanzadas porque si y ya!. No, no. Lo son simplemente porque han sabido aprovechar la multiculturalidad y conjugar el espiritù de las razas en medio de la inmigraciòn con resultados coherentes aunque muchas veces despuès de procesos violentos como es normal que suceda en todas partes.

Solo asi, permitiendo a Mario Ballotelli, italiano, “italianissimo” vestir la “maglietta azzurra” en el mundial de sudafrica a pesar de su piel negra como la noche sin luna y de su ascendencia nigeriana. Solo asi, entendiendo que el hijo de mi amigo Carlos, ecuatoriano casado con una rumana, es italiano por ser nacido en Italia y no solo yo que nacido en la otra parte del Atlàntico se me cree italiano por tener algùn gen italiano, aunque muchas veces me toque igualmente ser visto còmo a muchos otros, con el mismo desgrado y la misma rabia con que se ve a quien vino a robarle un pedazo de pan a tus hijos.

FIN.


Gabriel

América

L'esempio più grande che gli americani (anglosassoni e latini) possiamo dare al mondo è il modo in cui riusciamo a convivere milioni di persone d'origine diversa, culture diverse, etnie diverse, società diverse in ognuno dei nostri paesi, nello stesso territorio, con la stessa cittadinanza e sotto la stessa bandiera. Senza segnalare ne discriminare, con apertura e onestà per formare quel universo multicromatico di ricchezza culturale e creatività infinita che fiorisce in una razza che non c'è in un uomo meticcio che non appartiene a una ma a tutte le razze e che con la lotta per la sopravivenza da forma e forza a quel concetto chiamato Nazione.

Gabriel